Qué preciosa la experiencia de estar esperando a nuestro bebé y qué difícil resulta a veces elegirle un nombre para toda la vida, ¿verdad?
Gran parte de nuestro día a día en el taller lo dedicamos a hacer nombres de niños y niñas en hierro.
Todo empieza con el aviso de entrada de un pedido a través de nuestra tienda online (¡Gracias!) Es en ese momento cuando vemos escrito por primera vez el nombre que deberemos construir en hierro y ya aflora un primer pensamiento:
-Qué bonito
-¡Sí que es largo!
-Este no lo había oído nunca
-Mira, otro Mario… ¡y en color Rainbow!
Pasamos los pedidos a mano en nuestro listado de colgadores infantiles o letterings, según el modelo elegido y allí queda anotado el nombre y el color escogido.
Al cabo de unas semanas, llega el día de forjar el nombre en hierro y entonces, por segunda vez, éste vuelve a tomar vida en el taller:
-¡Empiezo a hacer a Martina!
-¿De dónde vendrá el nombre de Enar?
-Una Galaaa, ¡qué ilusión!
-¿En qué color pinto a Álex?
Es inevitable dejar volar la imaginación y pensar en cómo es o será ese bebé, al que han puesto el nombre de Max. Y es emocionante saber que recibirá un perchero infantil hecho por nosotras como uno de sus primeros regalos. O preguntarse si quizás tiene una hermana que, al ver el nombre de su hermano pequeño, pida tener uno para decorar su propia habitación, porque le gusta mucho y mucho y, además, ¡ella ya es mayor y sabe colgar sus cosas!